viernes, 28 de septiembre de 2007

Camino errado


Leo asombrada en El Mundo de ayer la siguiente cabecera:
Los obispos critican que el 'cheque bebé' favorezca a las madres solteras
* Martínez Camino, contrario a promover que los niños vengan sin un padre y una madre

(Dejemos a un lado la dificultad de venir al mundo sin un padre y una madre, no me seais picajosos).

Ampliación de la nota aquí.

Mireusté señor Camino:

No tendría suficiente espacio ni en este ni en mil blogs para relacionarle todas mis opiniones, quejas y reproches sobre la institución de la cual usted es miembro y representante: la iglesia católica, en versión española.

Trataré de ceñirme al tema que nos ocupa hoy y me esforzaré por no soltarle ningún improperio (por respeto a mí, principalmente).

Cada quien es libre de opinar lo que le venga en gana del asunto que sea. Afortunadamente, señor Camino, usted tiene la suerte de vivir en un país democrático y en el que existe la libertad de expresión, de culto, de circulación, asociación, de casorio, descasorio, paritorio y de todo (mal que le pese a usted) aunque bien que se beneficia de ello para poder verter, no solo sus opiniones personales sino las oficiales del organismo que usted representa, el cual, permítame informarle, es totalmente prescindible para mí y para un montón más de españoles, que no somos ni seremos nunca católicos.

Pero gracias a la democracia, usted puede desempeñar su tarea libremente. En un régimen, pongamos, estalinista, usted estaría fusilado, señor. Como fusilaron en la dictadura franquista a muchos españoles que pensaban de manera distinta a la impuesta por el régimen y que su institución, la iglesia católica, amparó, alentó y bendijo. Aún estoy esperando, como tantos otros compatriotas, que ustedes, los curas, pidan disculpas por su participación tan tristemente activa en un crimen que duró cuarenta años.

Fíjese, señor Camino, que yo, aún siendo contaria a su ideario, no solo respeto su trabajo y sus ideas, sino que me parece estupendo que existan usted y sus colegas. Y lucharía por defenderlos, si llegara el caso de que fueran represaliados, perseguidos o amenazados porque yo creo en un mundo plural en el que poder elegir con libertad.

Ustedes, señor Camino, son una institución religiosa. Y punto. Esto es, a mi modesto entender, que su trabajo es cuidar de las almas y la moral de sus feligreses. No tiene que cuidar sus bolsillos, ni sus trabajos ni cómo limpian la casa sus adeptos, digo yo. De eso se ocuparán las asistentas, los asesores fiscales y los jefes o el INEM de cada quien. Y he dicho, señor, de sus feligreses. Como decía un amigo mío, "el que tenga cochis, que los ate y el que no, no". Pues yo no soy su cochi, señor Camino. A mí no venga con cuerda pa´atarme, que le saco la katana y le convierto en carpaccio en un pispás. Yo le dejo a usted en paz, que diga sus cositas y se vista como quiera, pero usted déjeme a mí tranquila.

Además de estar de acuerdo con las opiniones del PSOE, IU, ERC, IU-ICV por la lógica aplastante que aplican, añado que las manifestaciones públicas que su representada haga no tienen ninguna relevancia hacia el total del país, ya que ustedes no deberían tener ninguna fuerza en las decisiones políticas y menos económicas del gobierno. Como persona, me parece muy bien que usted opine que no apoya las medidas tomadas para ayudar a las madres solteras, pero no lo admito como declaración institucional, porque no se qué pintan ustedes como iglesia en una cuestión que excede totalmente de sus competencias.

Dígame, señor Camino, quiénes son ustedes para decidir que el aumento de mil euros en el cheque-bebé a las madres solteras es una mala medida porque fomenta el nacimiento de hijos fuera de las normas que marca su iglesia, si yo no pertenezco a ella. Si yo no soy católica y mi vida, mi moral y lo que haga con mi cuerpo, lo decido yo, ¿porqué cree que ustedes tienen derecho a interferir en mis decisiones?. Yo no voy a sus iglesias a administrar sus dineros, ¿qué le hace pensar que tiene derecho a administrar los míos?.

Usted decláreme en pecado mortal, que ese es su trabajo y su ámbito de competencias. Pero no ose tratar de castigarme interviniendo en decisiones gubernamentales porque no me ajusto sus normas: usted tampoco se ajusta a las mías y yo no me meto en sus asuntos.

En lugar de penalizar a las madres solteras (aún ignorando sus circunstancias, qué valor tiene ustedes) ocúpense de sus propios asuntos, y en lo que a mí respecta y me importa, señor, y mucho, en lo que atañe a la transparencia de sus cuentas, que le recuerdo que ustedes se niegan a declarar sus finanzas, cuyo grueso proviene de aportaciones del estado, es decir, de MI DINERO.

Váyase usted con los suyos a rezar un rato y hagan examen de conciencia, a ver dónde se han dejado olvidado lo de la ayuda al prójimo, que están haciendo ustedes exactamanente lo contrario a lo que mandó hacer el director general de su chiringuito, Jesús.

Hombre, ya.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Pequeños secretos


Salí ayer de la oficina y fuí a comprar una botella de vino de Toro en una tienda a la que voy sólo por dos motivos y ninguno es por su bodega. El local se llama Licores Picor. Con ese nombre, me tienen asegurada de cliente. Y si encima la dueña parece (he dicho parece) un exprostituta retirada a base de mamadas extra para inflar la hucha, con el cabello teñido de platino y se dirige a mí como "cariño", tal si fuéramos colegas (no, si yo no cobro) pues ustedes comprenderán, me tiene ganado el corazón.

Me presenté en casa pensando que estaría sola y con la idea de tomarme una copa de vino mientras confirmaba si el indio se había marchado o no. Ayer tenía su billete de regreso a México. Ayer podría haberse subido en ese avión y dejar atrás su vida aquí, yo incluidísima. Dependía su decisión de cuestiones laborales que, como viene siendo habitual en nuestra relación, se definen en el último minuto. Este vivir al borde de un abismo constante me ha revelado como una funambulista que ríete tú de Pinito del Oro. Creo que "calma", "tranquilidad", y "ya veremos", son las palabras y términos que más he repetido en el último año.

Y como me tiene muy bien enseñada en ese relativismo optimista y antidramático que él lleva a los extremos, y sobre todo después que el martes nite me soltara, sonriendo:

- Cariño, mañana me voy a México.

Y sabiendo que es capaz, muy capaz, de hacer cualquier cosa inesperada, tomé la única decisión satisfactoria que podía llevar a cabo sin grandes esfuerzos: tomar una copa de vino. O dos. O la botella entera. A solas conmigo misma que es como hay que enfrentarse a ciertas situaciones: a solas y con una copa de vino.

Mi plan era disfrutar el momento. El momento que fuera. Si se había ido, su marcha. Si había decidido quedarse, su permanencia. Pero estaba convencida que fuera como fuese su decisión, no estaría en casa a esas horas.

Como habeis podido deducir, pajarillos, estaba. En el país, en la ciudad y en casa. Así que me chafó el plan de disfrute individual y egoísta. Si se hubiera ido, había decidido celebrar no el hecho de su partida (porque eso me rompe el corazón), sino el inicio de una nueva vida, sin él, una vida nuevecita a estrenar en la que podría volver a reinventarme. Lloraría después. Mucho muchísimo, seguro. Pero ayer no. Ayer era para celebrar lo que fuera que me deparase el destino.

Pero allí estaba, editando fotos como poseído. Se impone improvisación. Subí a saludarle con la botella en la mano. Se la planté delante de la pantalla.

- ¿Celebramos?
- Sí, celebramos... (qué remedio, hijo)

Y como cada vez que hago un plan, salió todo al revés. Ni pude celebrar sola, ni, en la siguiente opción posible -según yo- en su compañía para acabar en la cama retozando, siguiendo el guión que me voy inventado sobre la marcha.

Pues no. En quince minutos llegó Bruno a casa, disfrazado mentalmente de asesor fiscal, para hacerle la declaración del 2006 a mi poblano hermoso, que como podeis imaginar, no es el hombre más ordenado de la tierra. Así ni sola, ni a duo.

Me serví una copa de vino, encendí un cigarro (va por tí, Mondo), salí al balcón y estuve hablando como cuarenta minutos con mi amiga Hidra sobre hombres, los propios, los ajenos, deseos, infidelidades, coartadas y anécdotas.

Cuando Bruno se fue, tras terminar el vino y la reserva de cerveza que teníamos, nos quedamos solos, charlando. Repasamos nuestra relación, hablamos de nuestras carencias, de lo que tenemos y de lo que nunca tendremos, de nuestras debilidades y de lo que nos hace fuertes. Tu honestidad, le dije, es lo que más me gusta de tí. Esta ausencia de mentiras, de falsas esperanzas, de promesas que no se cumplirán que tanto desasosiego causan a otros es la que me permite seguir queriendo estar a su lado. Los secretos que ambos tenemos no alteran el resultado final, son tan pequeños e irrelevantes que no afectan más que en lo anecdótico.

- Querías que celebrásemos juntos que me quedo, ¿verdad?, y no pudo ser.

Pues no, no pudo ser. Pero no porque estuviera Bruno, sino porque estabas tú, cariño.

Pero ese es mi secreto. Pequeño. Irrelevante. Y mío.

Foto del indio.

Malverde, gracias.

martes, 25 de septiembre de 2007

Ya están aquí (y vienen a salvarnos)



Españoles, patriotas;

La amenaza roja se cierne sobre nuestro amado país con más fuerza que nunca. España está en peligro mortal, herida de muerte y sólo podremos salvarla si aunamos fuerzas para expulsar al enemigo ateo, rojo y masón que está consiguiendo desmembrar nuestro territorio por que el tanto sudaron los bienamados reyes católicos con el peligroso invento de las comunidades autónomas y el apoyo a los dialectos y expresiones culturales locales, que están bonitas para los coros y danzas (qué hermosos recuerdos) pero nunca conseguirán que los españoles de bien hablemos catalán ni vascuence (y no como el esquirol de Aznar en su intimidad).

A la balcanización de España se une, tristemente, la profunda crisis de valores que desde que gobiernan los bolcheviques, asola el país convirtiéndolo en feudo de inmorales, maricones, moros, sudacas, madres solteras, divorciados y gentuza que no va a misa, folla con condón, practica un libertinaje salvaje, defienden las bodas homosexuales, leen cualquier cosa sin criterio espiritual, consumen pornografía y exigen que el estado deje de mantener a la santa madre iglesia.

¿Hasta dónde serán capaces de llegar?. No tienen bastante con lo que han conseguido hasta hoy, poniendo en peligro la unidad familiar, la esencia básica de la propia España, que incluso promulgan una ley de la educación para la ciudadanía¡¡¡, ¿Qué ha pasado con la Formación del Espíritu Nacional?.

En un país donde parece que todo lo que suponga un desafío a la moral y a buenas costumbres cristianas se convierte en ley y es celebrado en carnavales absurdos como el Día del Orgullo Gay, donde no se ejercita el deber protector de la censura para salvaguardar las inmaduras e incultas mentes de la plebe y se les permite, así, a su libre albedrío y sin ningún tipo de castigo que se casen y descasen, que convivan en pecado y que mantengan relaciones sexuales como los animales... ¿qué puedo decir, españoles?. España me duele. Y mucho.

Por eso, necesitamos ayuda. Y como en el mundo todavía queda moral, gente cabal, que camina derecho, y como manda la santa madre iglesia, nuestro grito de socorro ha tenido eco. Aquí están. Aquí vienen. Como un ejército de salvación. A poner un granito de arena que devuelva el honor, la moral y la unidad a este país al borde del abismo.

PAN amplía nexos con la derecha de Europa

A partir de este sábado comenzará a operar en Madrid, España, una filial del Partido Acción Nacional

PAN amplía nexos con la derecha de EuropaPAN amplía nexos con la derecha de Europa

Redacción
El Universal

Sábado 09 de junio de 2007

A partir de este sábado comenzará a operar en Madrid, España, una filial del Partido Acción Nacional, desde donde desarrollará y promoverá los principios e ideales de la derecha política.La oficina, que no será una franquicia partidista, llevará el nombre de Europan y planea ser el punto de encuentro y unificación de los partidos europeos de la derecha o del centro reformista, como algunos se definen.
El encargado de inaugurar las instalaciones será el ex canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, ahora secretario de Relaciones Internacionales del PAN, y hombre cercano al ex presidente Vicente Fox.
Esto lo hará junto con la ex senadora María Luisa Calderón, hermana del presidente Felipe Calderón. Se prevé que a la ceremonia asista el propio líder panista, Manuel Espino.
Uno de los objetivos del Europan es impulsar, promover y fortalecer un proyecto de derecha en las naciones de Europa y América Latina.
La filial recibe el respaldo y patrocinio de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), e incluso se sabe del Partido Popular de España y de la fundación que encabeza el ex jefe del gobierno español, José María Aznar.

Ya voy a poder dormir más tranquilo, coño. Ahora que puedo escuchar la misa en latín (qué contentos estarán los Tecos*) sólo queda que podamos meter en cintura a todos estos gamberros. Con la ayuda de Dios y del Santo Padre.

Ahí vamos.

* Artículo sobre el Yunque y los Tecos, la ultraderecha en México

sábado, 22 de septiembre de 2007

Siete años de amor


Dice Punset que los humanos estamos diseñados biológicamente para que el amor dure entre siete y nueve años, que es el período de tiempo necesario para sacar adelante a un niño y garantizar (dentro de un margen lógico) su supervivencia.

Estoy de acuerdo con el amable de Punset. A fin de cuentas, somos animales y el instinto de supervivencia forma parte de nuestra naturaleza, como el de reproducción y otros. Distinto es que los desarrollemos, para eso está nuestra voluntad, la cultura, el medio que nos rodea, y mil factores que nos influyen y alteran. Así que el amor no es más que un ardid de la madre naturaleza para asegurarse la implicación de los miembros necesarios en la procreación (inseminaciones artificiales aparte) con el objetivo de perpetuar la especie. Qué chasco, ¿eh?. Y todos creyendo que era algo sublime, tan humano, tan elevado y tan digno de poemitas y pelis ñoñas.

Pues que sepais que cuando enviamos un sms diciendo al otro "te amo, vida mía" no estamos siendo muy distintos del águila culebrera, salvo que el águila no paga facturas de móvil. ¿Quién es más listo ahora?. Somos una panda de pringados, chicos, de veras. El águila, la cigüeña, el oso pardo, no se comen la cabeza pensando si el otro va a llamar o no. Yo no he visto nunca a un delfín preocupado porque la delfina coquetee con otros. Los buhos no valoran la virginidad. Y a las tortugas les vale un pito cuántas parejas sexuales tenga su tortugo.

Aquí, en el planeta tierra, los únicos gilipollas que sufrimos por amor somos nosotros. Y es que si no tuviéramos tanto tiempo libre para pensar, estaríamos mejor. Pero en lugar de estar corriendo detrás de un búfalo, que cansa muchísimo, nos sentamos a escribir cursiladas. En vez de construir nidos ramita a ramita, venga vuelo pa´cá, vuelo pa´llá, nos ponemos a llorar, mirando la luna, pensando en qué estará ocupado nuestro objeto amoroso, ay, suspirando. ¿Me querrá? es una pregunta que seguro no se hacen los monos, porque si su pareja deja de serles útil (he dicho ÚTIL, de eso se trata al final) sin dramas, la cambian por otra que les traiga mejor fruta. Y aquí paz y después gloria, sin antidepresivos ni terapias.

Visto así, no se qué tipo de ventajas tenemos sobre los animales. Somos esclavos de nuestra naturaleza y los seres humanos, me temo, estamos condenados a combinar con mejor o peor fortuna nuestros instintos con toda esa batería de artificios con la que nos hemos ido adornando (y cargando como losas) a lo largo de la "evolución", léase las religiones, las artes, las diferentes culturas, ideologías, corrientes filosóficas, etc.

Y aunque un pato, por ejemplo, no puede (ni quiere, probablemente) interpretar a Mozart, tampoco se enfrenta a los celos, al desamor, a la rutina o al divorcio. ¿Qué es mejor entonces, ser un pato tranquilón y amusical, o ser un humano sensible al arte y doliente potencial?. Pues ni idea. Pero lo que sí se es que no deberíamos olvidar nuestra parte animal y recordar, cuando tras siete años de feliz emparejamiento llegue la crisis, que quizás ha llegado el momento de buscar otra bestia más fuerte y más peluda que nos traiga fruta fresca y también, ¿porqué no?, nos escriba poemas.

Foto de Pierre et Gilles.

martes, 11 de septiembre de 2007

La Famiglia


Resulta, queridos pajarillos, que leyendo el interesante blog de Estrellita Mutante, descubro una entrada que me ha llenado de emoción y esperanzas. La entrada en cuestión es esta. Y vosotros direis, bueno, ¿y qué tiene de particular?, la Mafia, blablabla, es curioso, blablabla, bien escrito, pero, ¿Y qué?.

Ay, almas de cántaro... que yo, aquí la Tribe, que sí, que amo mucho México lindo y querido, que si me siento culichi, y tal, pero no puedo negar mis orígenes. Y es que por mis venas corre sangre siciliana. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?. Pues sí, como lo leeis. Mi bisabuela Emilia era siciliana, de Trapani. Y era de armas tomar, como os podeis imaginar. Dicen que como era señorita de bien, la enviaron a viajar por Europa, que era una buenísima costumbre de antes. Y un día, paseando en calesa toda fina ella conoció a su marido, mi bisabuelo Gregorio, que era guitarrista, impresor y juerguista a partes iguales. Un habitual del Chicote y del Pasapoga, con su capa de madrileño y su guitarra de luthier se paseaba por la noche madrileña de fiesta en fiesta, tocando.

Cuentan que una noche de jueves salió a tomarse un coctel al Chicote y terminó el sábado en el Olympia de París, dando un concierto. Doña Emilia le esperaba en la residencia familiar con la escopeta de cañones recortados bien engrasada. Y el servicio no paraba de gritar: "¡¡¡Doña Emilia, no se pierda usté, qué van a decir en el extranjero¡¡¡". La escopeta finalmente no llegó a disparar pero las vajillas volaron por el espacio aéreo y el terrestre y los tenedores de plata pugnaban por clavarse cual daga fatal. Mi bisabuelo parece que consiguió calmar a Doña Emilia, no en vano era encantador, un seductor prefesional que rendía a las vicetiples y a las marquesas con gracia y música. Y aquel episodio lo saldaron encargando vajillas nuevas pintadas a mano en China, pues ya se sabe que cuanto más grande es la bronca, más caro es el regalo.

De la familia de Doña Emilia tengo muy pocos datos, así como de ella. Unas cuantas fotos y nada más. Ella tenía un hermano escultor, parece que gozó de cierta fama en su tiempo, y así posa con su baby de artista y su gran lazo en el cuello, su bigotillo afinado en las puntas y su cabello de ondas relamidas. En casa teníamos un par de esculturas suyas colgadas en la chimenea. Y un ángel pequeño muy delicado que, según dicen, adornaba su tumba en el Cementerio de los Artistas de Roma, donde está enterrado.

Y todo esto porque he leído en el blog de Estrellita Mutante que a ella le pagaron un viaje a Sicilia una extraña fundación o algo así para que los sicilianos o sus descendientes pudieran viajar y conocer al menos una vez en su vida, la tierra sagrada de sus ancestros.

Uno de mis apellidos es Scramuzza. Vale que me pilla un poco lejos esto del linaje, pero que es, es. Y oye, si puedo sacarme un viajecito de gratis a buscar a mis primos y tíos trapanienses, pues no voy a decir que no. Y quién sabe si no encuentre allí el sentido de mi vida, que no sé dónde coño se ha metido el muy truhán.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Qué muerte más tonta



¿Saben lo que es el acoso laboral?, ¿eso que en la modernidad en la que vivimos se llama ahora mobbing?.

Yo sí.

Lo sufro en primera persona (y en segunda, y tercera y hasta en plural mayestático) desde hace... bastante. Demasiado. Aunque claro, desde el punto de vista del Terminator, pues nunca es suficiente, digo yo. Y como para la tortura y para la cocina hay que ver qué imaginación tenemos los seres humanos, pues aquí mi Terminator gusta de experimentar conmigo diversas prácticas dañinas. Yo no se si este hombre está escribiendo una tesis o algo y me ha tomado de cobaya, que yo no es que me niegue, pero que me pague, que yo por dinero hago de todo, menos morirme y comer membrillo. Vale, tampoco salto el potro.

Su última ocurrencia ha sido congelarme. Está en ello. Vamos, que si no escribo este post, me quedo tiesa. No escribo para ilustraros, no, escribo por una cuestión de supervivencia. Si me quedo quieta, estoy segura que me empezará a entrar el sueño ese que le da a los exploradores que van a la Antártida y se quedan sentados en mitad del camino porque ya no pueden más y le dicen a Nelson (porque siempre hay un Nelson) que les deje echar una cabezadita. Y Nelson que tiene una prima esquimala y sabe de esto, le dice que no, que se levante, que no sea huevón, que la palma así, a lo tonto, cuando hay un montón de bacalao y cóctel de mariscos esperándoles en el iglú.

Y ahí ves al pobre Nelson que termina cargando con el imbécil que se duerme, porque con la charla que le ha echado, se ha aburrido y se ha hecho una almohada con unos líquenes y se está quedando frito (es un decir, ya quisiera él). El pobre Nelson tiene que llevar a cuestas al imbécil que luce una sonrisilla imbécil con las babas colgando como estalactitas, duras, duras. Porque los perros, viendo el percal, han salido de najas derechitos al iglú. Para que luego digan que los perros son tontos. Los perros esquimales, no, desde luego, eso lo han aprendido despues de muchas generaciones cargando con imbéciles somnolientos. Ahí se van a quedar.

Y ustedes, que son malas personas, dirán: ¿Y porqué no deja Nelson ahí tirado al otro por imbécil?. Pues hombre, por humanidad... no, qué coño, para qué nos vamos a engañar... es que si no regresan todos los expedicionarios vivos y completos al Instituto de Geofísica de Valencia, no les renuevan el contrato. Y no está la cosa como para perder el trabajo.

Pues a lo que iba. Que yo, que no tengo un Nelson a quién ladrarle y por eso me veo obligada a ser super lista y autosuficiente, les escribo a ustedes, con cariño y un frío que se pelan las patatas, a ver si entro en calor y sobrevivo esta media hora que me queda.

Terminator me pone (porque SE que me lo pone a MI, dedicado) el aire acondicionado a tope y se larga a la calle con la mano en la cintura. Se debe partir de risa en el ascensor, mientras acaricia la idea de verme convertida en rollo Frudesa. Y encima, el aire acondicionado de este lugar de sufrimiento, no tiene término medio: a tope o nada. Como doble o nada, pero en frío. A menos 10 grados tipo congelador cuatro estrellas ando yo ahora. Con un jersey de lana de cuello bastante bonito, todo hay que decirlo. Escribiendo para evitar convertirme un cubitos, en una estatua rígida de hielo, frágil, rompible... si es que ya me lo imagino en su cubil, con una bufanda, gorro con orejeras, guantes de lana y anorak de plumas, esperando su gran momento en el que me vuelva dura (¿será este el método?) y se acerque hasta mí con un martillito la mar de mono para hacerme ¡¡clink¡¡ y echar mis orejas a la cocacola. O quitarme una mano y sumergirla en un batido para hacer rico helado. Aplicaciones tengo un montón, que no se diga que yo no valgo.

Tan pronto se larga, me lanzo sobre el pitorro que me devuelve a la vida y lo giro con furia, con rabia, con ganas de dejarlo fijo con superglue a ver si se queda ahí y ya no me tortura con esto más. Coño, que se estruje el magín que este recurso ya le está durando mucho. Vaya una mierda de torturador que tengo.

El problema es cuando regresa. Que yo estoy convencida que tiene un radiador amén de todo el armario de invierno escondido en su despacho, sólo para poder seguir jodiendo agusto, porque esta temperatura polonórtica sólo la soportan los pinguinos y el cargador de Nelson. Pero yo no digo nada. Aguanto estóicamente como un fakir del frío. No pienso darle la satisfacción de rogarle. No, Terminator, no me oirás suplicar. Porque como todo el mundo sabe, demostrar debilidad ante un acosador es atizar las ganas de torturar. Y yo pues soy muy chula, oiga. Y además, el frío afina la piel, y con un poco de suerte, el culo, que buena falta me hace. Aquí se aguanta con un par, hombre, que no se diga, que mi madre es vasca.

Uyyy... qué vahooooo...

Menos mal que ya es hora de comer y hemos sobrevivido, ustedes y yo. Me dispensan, queridos, que voy a poner las manos a cocer.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Retrato de familia


Ayer tuve una bonita jornada bucólica-campestre de lo más familiar. Con mi vestidito de guerrilera urbanita me presenté en casa de mi ex-familia política a merendar champán y eclairs de chocolate, a rebozarme por el cesped viendo jugar a los preciosos retoños del novio que más años me ha durado mientras charlaba con su mujer, cotillear con mi ex-suegra, disfrutar de la cara de felicidad de mi ex-suegro por tenernos a todos reunidos en perfecta armonía y participar, en fin, de una reunión oldies-goldies que me devolvió a casa con un par de kilos de más, ligeramente achispada y con el cariño de una familia como seguro contra los infortunios diarios.

Mi vida no tendría sentido sin la participación de todos ellos. No sería yo. No sería la misma. Desde hace unos venticinco años que nuestras historias se entrelazaron, nuestros caminos han ido parejos con sus baches, sus silencios, sus peleas, sus risas... Hemos crecido juntos, hemos aprendido, nos hemos enfadado a muerte, nos hemos querido hasta el delirio, hicimos bandos, los deshicimos, lo compartimos todo y nos lo quitamos todo una y otra vez hasta forjar unos lazos indisolubles, que, como una familia inventada (esa constante en mi vida) acabas aceptando que siempre estarán ahí, que nunca te van a abandonar.

Tanto mi hermana como yo, nos sentimos unidas a ellos por una suerte de cordón umbilical invisible e irrompible. Y aunque alguno de los miembros se aleje, siempre habrá una comida (como buena familia latina) para celebrar que se vuelven a juntar, y se grita, se discute, se dan sonoros besos, se critica, se alaba, se come hasta reventar, se conversa, se recuerda, se ríe y se cabrea uno, porque una comida familiar sin bronca es una cosa insípida, floja, de finolis aburridos y los Arias saben a vida por los cuatro costados.

Uno sale de su casa lleno, pletórico. Con el estómago mimado por el patriarca que pareciera que mide tu grado de simpatía por la cantidad de comida que eres capaz de ingerir y con un ahogo en el estómago por la emoción cuando escuchas "vosotras sois como hijas para nosotros". Con el corazón contento por las atenciones de mamá Arias, siempre tan sensible, amable y empática y de una conversación que nunca quiero acabar (mi suegra favorita, sin duda alguna). Con la mandíbula desencajada de reir por las anécdotas que todos compartimos tras venticinco años de historias. Con la confianza que da tanto cariño y que nos hace exponer nuestros miedos y preocupaciones sin cuidado porque sabemos todos que estamos en buenas manos. Uno sale de su casa queriéndolos más, si cabe.

Y si mi ex-novio ya no es mi ex-novio sino mi hermano y así, con amor fraterno, lo miro jugar con sus hijos, orgullosa de verlo satisfecho, en calma, feliz al fin, con una mujer maravillosa que lo adora y lo entiende como se merece, llevando la vida que desean. Y si mi ex-cuñada ya no es mi ex-cuñada sino mi hermana, y así compartimos confidencias, frivolidades, vinos, tardes de tiendas, cenas de chicas, broncas familiares y planes... pues qué quieren que les diga... que soy una mujer feliz y presumida de tener cerca a esta familia como familia.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Estas joyas sí me gustan




Desde que tengo uso de razón tuve dificultades para encontrar las cosas que me gustaban. A veces, sólo estaban en mi cabeza y me desesperaba buscando en las tiendas algo parecido a lo que había imaginado. Si bien es cierto que España ha cambiado mucho en estos últimos veinte años y la oferta ha aumentado considerablemente, internet facilita la tarea y nos acerca a nuestra propia casa los objetos de deseo.

Como tengo un trabajo en el que me pagan por estar como si fuera un jarrón (no doy palo al agua, muchachos) dedico mis horas laborales a navegar por esos mares cibernéticos y de cuando en cuando, esta ociosa forzosa encuentra auténticas bellezas. Y ya saben que tengo un corazón generoso y me gusta compartir con ustedes mis pequeños descubrimientos, al igual que otros me los comparten a mí.

En esta ocasión les quiero presentar a Nicolás Estrada, un joyero de origen colombiano afincado en Barcelona. Este chico, que además es bastante guapetón, realiza unas piezas muy curiosas inspiradas en juguetes infantiles, usando imágenes religiosas, y con un sentido muy crítico hacia la violencia de su país. De este modo, en sus joyas, a la función estética añade una reflexión (voluntaria, oiga, que aquí solo piensa quien quiera) que me parece muy interesante por el objeto en sí: ¿cuándo han visto ustedes a un joyero filósofo?.

No tengo idea si Nicolás Estrada distribuye su trabajo en Colombia, pero no sería nada extraño que si lo hiciera, tuviera entre sus clientes a los jóvenes sicarios que con una mano disparan contra sus víctimas y con la otra besan, devotos, relicarios de los que bebe Estrada para inspirarse.

Que un rosario combine a la virgen de Guadalupe con un revólver, desde una perspectiva en Cali, Medellín o Bogotá, se me hace un objeto de deseo que aúna en perfecta armonía los símbolos que alimentan el cuerpo y el espíritu de esos cuasi adolescentes destinado a morir antes de tiempo.

Ese mismo objeto, desde una perspectiva europea, es una irónica y negra metáfora de una realidad terrible en la que viven millones de personas, pero en forma de adorno que nos colgamos al cuello para ir a bailar en los clubs de moda mientras lo exhibimos como gadget de culto.

Yo soy de estas, lo reconozco. Soy una gilipollas que se queda fascinada ante un collar de revólveres y anhela verlo colgado de su largo cuello. Y que comprende la ironía, y que es consciente de la realidad y todo eso, pero desea tener un rosario con su virgen y sus ametralladoras de juguete bañadas en oro.

Nicolás Estrada ha sido mi descubrimiento en un área, la joyería, que me parece anquilosado, transnochado y aburridísimo. Su obra me abre el apetito por materiales como el oro que siempre habían estado asociados en mi imaginario con el look marbellí y las joyerías de barrio obrero (aborrezco el oro salvo en los pendientes de las gitanas, los collares de las peruanas que tan bien copia Dior y alguna cosita de Pomellato). Hace falta un poco de aire fresco, de transgresión, de imaginación y atrevimiento para llegar a un mercado de gente que, como yo, no usamos joyas por no encontrar nada que nos agrade.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Cuenca, si hay alguien en la sala que esté interesado en contratarme como blogger para que escriba lindezas de sus productos o de cualquier otra cosa, que se comunique con su servidora para que le fije, limpie y de esplendor a lo que sea menester. Y todo, sin que interfiera con mi no-trabajo, oiga. Una ganga.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Estrenando casa

Vengo de aquí.. http://blogs.ya.com/tribeca

Acabo de llegar, aún ni se cómo manejarme por aquí pero espero que en breve ya lo tenga todo en orden y bien bonito...

De momento, bienvenidos todos.