martes, 5 de febrero de 2008

El amor es poco creativo


Siempre he dicho que no me gusta estar enamorada porque me convierto en una suerte de borreguito almidonado de azúcar, me da por engordar y no hay manera de arrejuntar dos palabras sin dejar un reguero de miel pegajoso.
Hace unos días, en una soireé de esas de mucho fumar, conocí a la elegantísima y delicada Catherine. Tuvo la gentileza de informarme de una noticia que esperaba con anhelo (mira que es triste aguardar la muerte de alguien) y manifesté mi interés en postear sobre ello. Pero no he podido. El merengue en el que me he convertido no me permite hablar de cosas "malas y feas". Pinche Marcial Marciel, ni para insultarte una miaja. Afortunadamente, Catherine ha escrito sobre ello y mucho mejor de lo que yo podría llegar a hacerlo...
La felicidad me está convirtiendo en una ameba sonriente.
Una ameba que necesita escuchar cada noche el "Boatman´s Call" de Nick Cave para dormirse en las madrugadas abrazada al buda flaco repartidor de mandarinas.
Una ameba que luce sus ojeras como si fueran bordados de azabaches bajo los ojos, toda presumida yo.
Una ameba cuya materia gris se ha vuelto rosa pastel merced a los disparos de un cupido que hace horas extra conmigo, el cabrón. Como le pille le pego un estacazo que se le van a quitar las ganas de lanzarme flechas para los restos, maldito bicho volador lobotomizante.
Quiero poder insultar agusto, como antes. Quiero poder criticar y someter al filo de mi lengua viperina a toda la conferencia episcopal, a Rajoy y a la Aguirre y a tí, por listo.
Quiero poder pensar en algo más que en corazones, pajaritos y violines, coño.
Y encima el buda flaco me dice que "esto no ha hecho más que empezar". No mames, pero ¿hay más?. Si ya tenemos suficiente, hombrededios, yo es que no puedo, no puedo con tanta miel y azúcar que esto parece pastelerías Mallorca, todo tan perfecto, todo tan a la medida, como una carta a los reyes magos cumplida al punto.
Pero lo peor de todo, lo peorcísimo, es que estoy encantada.
Definitivamente, me he vuelto una ameba.

Foto: exvoto mexicano de agradecimiento a Malverde por la buena cosecha de mariguana.