miércoles, 2 de junio de 2010

Un montado de...


Leyendo y descubriendo un nuevo blog que me parece muy divertido de Miss Wu, me recuerda una escena de hace unos días.

Oficina, 10.30am. Charlyboy y servidora se disponen a tomar un tentempié en el oscuro pub de enfrente. A mí no me gusta, tiene un nombre como de puticlub de barrio chungo, en la calle puede lucir el sol más deslumbrante que dentro siempre parece las cavernas de Pedro Botero y esa pared de espejos... en fin.

Por no hablar de las dos televisiones, una en cada extremo del local emitiendo "Saber Vivir" en una y telemadrid en la otra. Estás pidiendo un café mientras escuchas cómo se operó la "visícula" la señora de la tercera fila del público de Torrejón de Velasco o admirando una inauguración más de las de doña Espe.

Lo de los camareros es aparte. Se llevan a matar. Se la pasan discutiendo el flaco y el chaparro. Uno grita, humilla, insulta y desvaloriza y el otro reniega pero acepta. Supongo, no sé, que el agresor es el dueño y el otro ha de tener un hipotecón o antecedentes penales o algo similar que le obligue a aceptar el maltrato evidente del chaparro.

Pues allí estábamos, apostados en la barra del lado de la tele que emite descripciones profanas de operaciones a la tercera edad, cuando llega el camarero flaco:

- ¿Qué quereis?

Inciso uno: en Madrid, todo el mundo sabe que para tratar a los camareros no se dice "buenos días", "por favor" ni "gracias" o te descubres como de fuera del foro. Advertidos estais.

- Dos cafés con leche, un pincho de tortilla (1) y un montado de salmón(2).

Presto y veloz, llega camarero chaparro al sonido de "salmón" y metiéndose en la comanda del otro, interrumpiendo, me dice:

- ¿No quieres montado de ensalada de salmón?
- No, no hay de salmón ahumado?, pregunto yo.
- No, no queda, prueba la ensalada, te lo pongo, verás qué bueno.
- No, no quiero eso..
- Que sí mujer, que verás qué rico, te lo pongo...
- A ver, qué lleva eso?, (trato de darle un poco de bola).
- Pues está muy rico, te lo pongo y verás...
- Pero quiero saber qué lleva antes de que lo pongas...
- Que está muy rico, mujer¡¡¡

Aquí empieza ya a elevar la voz el camarero chaparro y maleducado y se empieza a crear cierta expectación, pero a mí estas cosas no me amedrentan, muy al contrario, saco mi batería más pesada con toda mi calma y mi mejor verborrea. Me encanta discutir a veces.

- Te he dicho que quiero saber qué lleva. Es muy simple: me gusta saber lo que como. Lo rico o no rico es subjetivo. Tú no sabes lo que me gusta a mí o no: eso lo sé yo y yo decido si es rico o no. Si no me puedes decir la composición no quiero ni probarlo. Puedo ser alérgica a un componente, confiar en tí y matarme (aquí ya me puse trágica, pero fue muy eficaz) ¿quieres un cadaver en tu local?, mira que te puedes buscar la ruina por una cosa así...

El tipo y los que estaban mirando contuvieron la respiración. Dices "cadaver" y la gente se queda congelada y con cara de pánico. Camarero chaparro como que de pronto aterrizó de su nube de gritos y recomendaciones que parecían órdenes y me leyó, sumiso, los componentes.

- No ha sido tan difícil, verdad?, y efectivamente, no, no me gusta. Por favor, la próxima vez, deja que decida yo lo rico o no que está algo.

Camarero flaco, riéndose por lo bajo, me miraba cómplice. Por dentro pensé que ojalá y le sirviera al chaparro para aprender a tratar mejor al flaco. Pero la experiencia me dice que normalmente, este tipo de gente, suele reafirmarse en sus groserías y que probablemente, arremetería con más virulencia contra él después de este incidente.

Pena, penita, pena... 

Aclaración para los de fuera:

(1) Pincho de tortilla, es una porción de tortilla de patatas que normalmente se sirve con pan.

(2) El montado es un bocadillo pequeño, de jamón, queso, salmón, etc.

3 comentarios:

Misia dijo...

Estaba hace unas semanas cenando con mi familia y de postre mi cuñada se pidió un sorbete de limón.

En mi vida había visto a un camarero tan pesado intentando echarle alcohol al sorbete: mi cuñada "no" y el camarero "pruébalo, tonta, que está muy bueno".

Después de esas frases repetidas veinte veces, ya tuvo que sacar la bordería mi cuñada... y me pareció que tuvo muchísima paciencia.

http://tengoonotengorazon.blogspot.com/ dijo...

Hola Tribeca,
Qué mundo, los camareros. Ahora me has inspirado y me he acordado yo de otro episodio suculento. Un día de estos, lo cuelgo.
gracias por pasarte por mi blog!

Anónimo dijo...

hm... ten cuidado, no seas borde con quienes te van a preparar la comida lejos de tu vista...